Aprovecha cada rincón de tu mochila.
En mayor o menor medida, podemos controlar todos estos factores si sabemos colocar la ropa en la mochila adecuadamente, y para esto hay unos cuantos consejillos:
- Reparte el peso de forma vertical, si repartes el peso de un modo menos horizontal, la carga que sufrirás será mucho menor.
- Lo más pesado, más cerca de la espalda, con lo que conseguirás que la mochila no tire hacia atrás, y evitarás posibles lesiones.
- Enrolla la ropa que puedas para aprovechar más espacio. Si enrollas la ropa, como las camisetas y las bermudas, podrás ganar espacio para una prenda más, o dos. Utiliza este recurso si necesitas algo más de ropa por si pasara algo.
- No dejes que queden "bultos": No es una simple cuestión estética, la forma asimétrica y los bultos en la mochila son descompensaciones de peso, y conseguirás que la mochila te tire más de un lado que de otro. Intenta evitarlo reacoplando esos bultos de forma más vertical, encima o debajo del bolsillo principal.
- Ordena y separa, deja lo que más vayas a usar a mano. Es un fastidio tener que abrir toda la mochila y rebuscar entre la ropa, desordenándolo todo, sólo para sacar la cartera, o un folleto. Deja estas cosas más a mano en un bolsillo lateral, o superior. Es habitual que estas cosas sean las más pequeñas que lleves.
- Ajustate correctamente la mochila, y carga el peso en las piernas. Las piernas deben ser las que carguen con el peso de la mochila, no la espalda. Deberías ser capaz de quitarte las hombreras de la espalda y poder llevar la mochila sin ningún problema. Aún así, ajustate la mochila al cuerpo correctamente, sin apretar demasiado pero ajustada, de forma que se mueva lo menos posible.
¿Cómo reparto yo mi mochila?
Un ejemplo práctico. Mi mochila tiene siete bolsillos: Dos en la cubierta de arriba, uno principal, dos laterales, uno exterior, pegado al principal, y uno inferior, debajo del principal. Mi modo de repartir las cosas es el siguiente:- En el bolsillo exterior de la cubierta, por fuera (el que está más a mano) llevo cartera, llaves, y cosas que no deba perder y necesite coger rápidamente. En el interior, cargadores, y cosas que pueda necesitar pero no en todo momento, y no vaya a llevar a todas partes.
- En el compartimento principal: Lo primero que meto son pantalones, y después, camisetas. Con la mochila tumbada meto la ropa para que repose en la espalda de la mochila, y apilo de esta forma la ropa. En los huecos que quedan, enrollo las camisetas que no haya metido aún y así aprovecho estos huecos. Intento no forzar la ropa si veo que no cabe.
- En el bolsillo exterior dejo alguna camiseta que pueda no haber entrado en el principal. En los laterales, para no dejar peso, pongo calcetines para varios días, y en el inferior dejo la ropa interior.
Haciendo la mochila como un profesional
Hacer una mochila para un mes es una tarea complicada, dependiendo de nuestro estilo de viaje, requeriremos más ropa o menos. Particularmente yo soy partidario del minimalismo a la hora de viajar, llevar tan poco como sea posible y dejar todo lo imprescindible en casa. Por eso no tengo problemas en llevar un par de camisetas y un par de pantalones e irlos lavando durante el viaje.
El chico del video que os dejo está empacando para un mes, lleva de todo y aprovecha al máximo el espacio de su mochila mediante una sencilla técnica de pliegues -que según dice le enseñó su madre-, que para mi gusto hace el desempacar un poco tedioso e incómodo. Sin embargo con esta técnica podremos llevar mucha más ropa que de cualquier otro modo y podremos pasar por los estrictos controles de equipaje.
El tío no deja ni un sólo hueco: empieza metiendo los calcetines en las zapatillas para aprovechar incluso ese hueco, ordena perfectamente todo lo que va poniendo en la base empezando por la ropa más pequeña, y termina con la curiosa forma de plegar la ropa entre sí para que los dobleces no le dejen hueco en el centro.
Gracias a: Txema León