Una de nuestras más importantes rapaces en peligro de extinción es:
El águila imperial ibérica (Aquila Adalberti) es una gran ave de presa exclusiva del Mediterráneo occidental y una de las rapaces más escasas del mundo. Numerosas acciones de conservación han permitido su recuperación
pasando de las 100 parejas en 1995 a las 230 de 2007, distribuidas por
Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Castilla y León.
Asimismo, destacan dos zonas donde la población ha disminuido
drásticamente debido al uso de veneno: Valle del Tiétar (Toledo-Ávila) y
Doñana (Huelva, Sevilla y Cádiz).
Esta
gran rapaz cría en zonas boscosas de llanura y media montaña, donde
establece sus nidos sobre la copa de grandes árboles y tiene sus
cazaderos en zonas próximas, en las que captura su principal presa, el
conejo de monte. También es capaz de cazar otras especies, además de
comer carroñas cuando no encuentra otro alimento.
DESCRIPCIÓN.
El
plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y
la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más
pálida que otras partes del cuerpo, y la cola más oscura, sin bandas
claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental. En el caso
de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos, sin diferencias
de coloración, y no desarrollan el plumaje de los individuos maduros
hasta los 5 años de edad, al mismo tiempo que la madurez sexual. El
tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura, y 2,8
kgrs., si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a
los 3,5 kgrs. La envergadura alar varía entre los 1,8 y 2,1 mtrs.
Viven unos 20 años de media, habiéndose documentado ejemplares de 27 años en el medio natural y de 41 en cautividad.
ALIMENTACIÓN.
El
grueso de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en
solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y
otras aves, y en menor medida zorros y pequeños roedores, así como
pueden alimentarse ocasionalmente de carroña.
REPRODUCCIÓN.
El
águila imperial ibérica es monógama. La época de celo se da de marzo a
julio, durante el cual las águilas reacondicionan uno de los nidos que
han usado durante años rotando de uno a otro. Estos nidos están situados
en la copa de árboles como alcornoques o pinos. En las zonas de
repoblación forestal se han habituado a nidificar sobre eucaliptos, a
pesar de ser ésta una especie alóctona. Nidifican tanto en ramas altas
como bajas.
La puesta típica
consta de 4 a 5 huevos de 130 gramos de peso que se incuban durante 43
días. Es común el que se desarrollen hasta tres polluelos,
aunque esta tendencia ha disminuido en los últimos años debido al uso de pesticidas, que aumentan el número de huevos infértiles. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y es el único que sobrevive; no obstante, se puede decir que el águila imperial ibérica no practica el cainismo. Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores,] algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio.
aunque esta tendencia ha disminuido en los últimos años debido al uso de pesticidas, que aumentan el número de huevos infértiles. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y es el único que sobrevive; no obstante, se puede decir que el águila imperial ibérica no practica el cainismo. Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores,] algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio.
Los
jóvenes abandonan el nido entre 65 y 78 días después de nacer, pero
continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los
padres durante 4 meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden
una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los
límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún
individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas
son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos
territorios se han adentrado.
(Águila Imperial electrocutada)
AMENAZAS CONTRA SU SUBSTIENCIA.
Las principales amenazas para la Imperial –la electrocución en tendidos eléctricos, los envenenamientos y el furtivismo-
están directamente relacionadas con el ser humano. Además, se suma la
destrucción de su hábitat -el monte mediterráneo- por cultivos y
urbanizaciones, así como la disminución de su principal presa, el
conejo. Los cebos envenenados mataron entre 1995 y 2000 aproximadamente a
la mitad (48%) de las águilas imperiales, convirtiéndose el veneno en
la primera causa de mortalidad no natural para la especie. En los cinco
años posteriores el número de casos de electrocuciones ha superado los
de envenenamiento.