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martes, 19 de noviembre de 2013

Los alcatraces, víctimas del plástico marino

La basura en el mar supone un grave problema que afecta a numerosas especies, desde peces, tortugas y mamíferos marinos hasta las aves. En este sentido, un reciente estudio publicado en la revista Marine Pollution Bulletin muestra la gran cantidad de alcatraces que se enganchan con aparejos de pesca abandonados.

Alcatraz portando material para el nido con restos de redes de pesca © Beneharo Rodríguez
Los autores, Beneharo Rodríguez, Juan Bécares, José Manuel Arcos y Airám Rodríguez, los tres primeros vinculados a SEO/BirdLife, y el último de la Estación Biológica de Doñana–CSIC, realizaron este trabajo aprovechando varias campañas oceanográficas en aguas españolas del noroeste de África. Su artículo ya ha sido reseñado por la revista Quercus, y aquí se ofrece una versión resumida de este revelador estudio que puede descargarseen este enlace.

Presas de los aparejos
El 20% de los alcatraces que invernan en la costa de Mauritania llevan enganchados plásticos en el pico, la mayoría de ellos son inmaduros. Esta es una de las principales las conclusiones del estudio realizado en las costas ibéricas, canarias y norteafricanas sobre el impacto de la basura marina en las aves.
Se sabe que las aves marinas en todos los mares del mundo ingieren plásticos, con los consiguientes problemas de salud que ello conlleva, pero se conoce menos acerca de los enganches con este tipo de restos, especialmente por lo que se refiere a artes de pesca, pero también a materiales de embalaje, desechos industriales y otros.
Esta falta de información se trató de paliar aprovechando los censos estandarizados de aves marinas que realiza SEO/BirdLife en el contexto del proyecto Life+ Indemares. Coordinado por la Fundación Biodiversidad y subvencionado por la Unión Europea, Indemares, entre otros objetivos, pretende identificar las zonas marinas españolas susceptibles de pertenecer a la Red Natura 2000.

Los restos de las redes pueden causar daños irreparables en el pico de los alcatraces, dificultando su alimentación. Autor: Beneharo Rodríguez
Por su mayor tamaño y fácil detección, así como por su característico método de pesca, se trabajó con el alcatraz atlántico, una especie que nidifica en el Atlántico norte y fuera de la época de cría se distribuye principalmente por las aguas de la península Ibérica, el noroeste de África y el Mediterráneo occidental.
Se había observado que algunos alcatraces se quedan enganchados con plásticos en las colonias de cría, ya que regularmente estos residuos son utilizados en la construcción de sus nidos. Sin embargo, no existía información de lo que ocurre en el mar fuera de las áreas de reproducción. Por ello se recogieron datos durante seis campañas oceanográficas a bordo de buques del Instituto Español de Oceanografía y del Instituto Social de La Marina, cubriendo la totalidad de las aguas españolas y la plataforma del noroeste de África.
Durante el estudio, todos los animales que presentaban plásticos enganchados fueron anotados y, en la medida de lo posible, fotografiados. La incidencia de los enganches varió de forma importante entre las distintas zonas, desde prácticamente nula en el Mediterráneo y Canarias hasta el 0,36% de las aves avistadas en el Cantábrico, aunque con diferencia los resultados más preocupantes se dieron en las aguas de Mauritania: hasta un 20% de las aves observadas.

Pesca de plástico
Los autores estimaron que el problema podría estar afectando al 1% de la población invernante en el conjunto de las zonas estudiadas. La mayoría de las aves afectadas fueron inmaduros (entre 1 y 4 años de edad) con objetos enganchados en la mandíbula inferior, susceptibles de causarles lesiones en el pico. La técnica de pesca del alcatraz se basa en lanzarse en picado desde cierta altura a gran velocidad para zambullirse en el mar y así capturar sus presas, por lo que es posible que estos enganches se produzcan al confundir los plásticos con peces o bien al intentar capturar presas asociadas a basuras (los peces pelágicos suelen concentrarse bajo objetos flotantes para protegerse).
La mayoría de estos objetos estaban relacionados con la pesca o la navegación (cuerdas y nailon) y el color predominante fue el rojo. Pero como se desconoce la proporción de colores en la basura flotante, los autores se han mantenido con la duda de si el rojo se selecciona activamente o si es realmente el más abundante.
Por tanto, ellos mismo señalan que se requieren más estudios que ayuden a evaluar el efecto que estos enganches tienen en la población de alcatraces, así como en otras especies marinas (tortugas, cetáceos o focas), junto con la búsqueda de soluciones potenciales al problema, por ejemplo cambiando el color de las artes de pesca.
Tampoco hay que olvidar el problema de la ingesta de plásticos en las aves marinas, aunque en su mayoría son pequeñas partículas cuyo impacto es aún incierto. Dos estudios recientes ponen de manifiesto el problema en aguas españolas. Ambos señalan a la pardela cenicienta, Ave del Año 2013, como la especie más afectada, conincidencias del 83% en Canarias (estudio limitado a los pollos recién volados) y del 94% en el Mediterráneo.

La “isla de basura”
La zona gris se corresponde al área denominada "isla de basura", donde se acumulan toneladas de plástico atrastrado por las corrientes. Fuente:NOAA

El plástico marino está considerado como uno de los grandes problemas de contaminación global. A nivel internacional la voz de alarma saltó en 1988 cuando por primera vez se habló de la llamada “isla de basura” en mitad del océano Pacífico. Debido a la forma de las corrientes oceánicas, hay áreas del Pacífico (y también de otros océanos) donde las aguas permanecen largo tiempo estables. Es en estas zonas de aguas calmadas, con poco intercambio con el resto donde la basura tiende a acumularse, aunque en realidad, según laNOAA, agencia científica estadounidense que ha estudiado este fenómeno, no hay una isla en sentido literal. Se trata más bien de varias zonas donde los giros oceánicos acumulan basura (especialmente una frente a California y otra cerca de Japón, más o menos a la misma latitud) y es lo más parecido a una “sopa de microplásticos” ya que, según las muestra tomadas, la proporción de este material es 10 veces mayor que la de plancton.
Según afirman científicos de la Scripps Institution of Oceanography, que han estudiado el aumento de estos residuos y sus efectos en los ecosistemas marinos, la cantidad de fragmentos diminutos de plástico que flotan en el Pacífico noreste ha aumentado unas 100 veces en las cuatro últimas décadas. Otros trabajos han demostrado que el 90% de los peces recolectados en este océano tienen plástico en el estómago y se estima que los peces de las profundidades intermedias del Pacífico norte consumen entre 12.000 y 24.000 toneladas de plástico cada año.

En todos los mares
Pero lo cierto es que esta contaminación afecta a todos los mares y océanos del planeta. Se ha constatado que millones de animales de más de 370 especies mueren por ingestión de bolsas, cuerdas o tapones, y se calcula que 300.000 aves y tortugas mueren anualmente por la misma causa. El documental “Caminando en la Isla Midway”refleja la crudeza de este problema en las aves marinas.

Basura acumulada en la cala de una isla situada entre Irlanda y Reino unido. Fuente: geograph.org.uk
Los grandes cetáceos tampoco sortean esta lacra. Un cachalote muerto en una playa de Castell de Ferro (Granada) en marzo de 2012 guardaba en su estómago 18 kilos de plástico procedentes de los invernaderos cercanos. Esos materiales le habían reventado uno de los estómagos y causado la muerte. El caso conocido más reciente, de este mes de noviembre, ocurrió en las costas de Helling, Holanda: una ballena de 50 toneladas de peso y 14 metros de largo apareció muerta en la playa con 20 kilos de plástico en su estómago.

Invisibles y letales
Por la acción del sol y de las olas, los plásticos se descomponen en partículas milimétricas que se disgregan en el agua y son arrastradas por las corrientes, generando asimismo una contaminación difusa. El ser humano no está exento de este problema, ya que estas partículas penetran en la cadena alimentaria: el pescado que finalmente se consume en los hogares. Además, aproximadamente el 40% del peso de los plásticos son aditivos que se utilizan para dar consistencia y flexibilidad a estos materiales, y se consideran muy peligrosos por su potencial efecto cancerígeno y de disruptor hormonal.
Sin embargo, desde que se descubrió la “isla de plástico flotante” numerosos organismos
Voluntarios de SEO/BirdLife tras limpiar una playa de Tenerife Fuente: Jean-Guy Le Roux

científicos de todo el mundo están estudiando este serio problema de contaminación y, a su vez, crecen lasorganizaciones que tratan de actuar para atajarlo mediante la presión política, la concienciación ciudadana y la organización de campañas de limpieza de playas, como las que ha desarrolladoSEO/BirdLife en diversos puntos del litoral español.
Igualmente, en Europa, las autoridades comunitarias empiezan tímidamente a tomar cartas en el asunto. Cada europeo utiliza unas 198 bolsas de plástico al año, en total, casi cien mil millones y, según la Comisión Europea, gran parte de ellas acaba en el mar. Para reducir este grave impacto ecológico, la Comisión propone reformar la directiva de envases para crear un nuevo impuesto que encarezca el uso de las bolsas de plástico de un solo uso, como ya hacen algunas cadenas de supermercados. Ahora son los gobiernos de cada país comunitario los que tienen que decidir qué medidas tomar.
El impacto del plástico en los ecosistemas marinos esta muy bien documentado en dos capítulos del programa de La 2 de TVE El escarabajo verdeparte 1 y parte 2. A un nivel más global el documental Trashed muestra el grave problema de la ingente cantidad de basura generada en la sociedad moderna, especialmente los plásticos, y sus terribles consecuencias en el medio ambiente y en las personas. La temática de Trashed podría ampliarse con otros documentos también estremecedores sobre esta cuestión como el documental corto La historia de las cosas y el libro que lleva el mismo nombre, u otros como Plastic Planet.

Agustín Carretero es periodista del Área de Comunicación de SEO/BirdLife. Adora el mar y le encanta beberselo a sorbos como bebida isotónica.