GINETA (Genetta genetta)
Gineta.
© David Díez Frontón.
FICHA TÉCNICA
Orden: Carnívora
Familia: Vivérridos.
Género: Genetta
Especie: Genetta
genetta (Linnaeus, 1758)
Subespecies presentes:
Genetta genetta isabelae (Delibes, 1977), en la isla de Ibiza.
Longitud del cuerpo:
entre 47 y 60 cms.
Longitud de la cola:
de
45 a
65 cms.
Alzada a la cruz: de
18 a
20 cms.
Peso: de
1,2 a
2,5 Kgs..
Status
de la especie: en el Convenio de Berna (Ratificado 13.05.1986) se
incluye dentro del Anejo III: ESPECIES DE FAUNA ESTRICTAMENTE PROTEGIDA.
La especie ibérica no está amenazada, aunque sí protegida. Increíblemente
en 7 de las 41 comarcas de Cataluña se considera una especie cinegética
y, por tanto, está permitida su caza y muerte, previa autorización
administrativa (D. Camps y F. Llimona, 2004).
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
La
gineta o jineta, como también podemos encontrar escrito su nombre, es un carnívoro
de tamaño medio, perteneciente a la familia de los vivérridos, con un
aspecto singular e inconfundible dentro de la fauna ibérica. De patas cortas
sobre las que se levanta un cuerpo alargado, de coloración grisácea, en la
que abundan las manchas o moteados oscuros que confieren a cada individuo de
la especie unos rangos propios, por lo que es posible su identificación y
control fotográfico, con el examen de las características de estas manchas
de la piel (Anna Pla y otros, revista Quercus enero-2001), la gineta está
provista de una larguísima y gruesa cola, adornada con unos característicos
anillos de color negro (de
8 a
10), alcanza una longitud superior a la de la cabeza más el cuerpo, lo que la
diferencia claramente de un gato montés.
La
cabeza de la gineta es pequeña, destacando en la misma sus pabellones
auriculares, unos grandes ojos con características pupilas verticales
adaptados a la visión nocturna y debajo de los ojos unas características
manchas blancas.
La
gineta cuando caza es vibrante, ágil, silenciosa y constituye todo un espectáculo
de vitalidad y precisión. Su olfato y oído son muy finos, puede trepar muy
bien por los árboles en busca de sus presas, pudiendo saltar de unas ramas a
otras -buscando el equilibrio con la cola- con increíble agilidad. Al igual
que el gato montés, captura a sus presas con las garras, las que cuentan con
uñas retráctiles que guarda para las ocasiones vitales dentro de unas
vainas. Las presas de mediano tamaño suelan morderlas en el cuello, devorando
tras la muerte de la víctima.
La
gineta es el único representante ibérico de los vivérridos, de modo que aun
cuando hasta hace unos años se incluía dentro de los vivérridos ibéricos
al meloncillo (Herpestes ichneumon) y a la gineta (Genetta genetta)
hoy en día la taxonomía más moderna los incluye dentro de la familia de los
herpéstidos y los vivérridos respectivamente.
Si
bien se han dado varias teorías sobre la presencia de la especie en
la Península Ibérica
, lo que sí está claro es que es una especie que no se ha registrado en los
estudios palenteológicos, de modo que su presencia en el continente europeo
se ha considerado como relativamente reciente (en los últimos 2.000 años).
Como en esta época Europa ya
estaba separada de África se considera que ha sido el hombre el vehículo o
medio del que se ha servido la gineta para su expansión en el viejo
continente, considerándose, como opinión más aceptada, que la gineta era un
animal de compañía del hombre, de la que éste se servía (egipcios, romanos
y árabes han utilizado a la gineta como animal doméstico) dadas sus
peculiaridades para la caza de los siempre indeseables roedores. Ha sido su
capacidad para vivir y reproducirse en libertad lo que ha hecho de la especie
un animal totalmente integrado en nuestra fauna autóctona.
En
España se ha descrito una subespecie de gineta (Genetta genetta isabelae)
o gineta de Ibiza de menor tamaño que la peninsular, no superando los 1,300
Kgs., que se considera se ha formado por evolución de la especie peninsular,
a la adaptación a los hábitos alimenticios propios del entorno insular en
que el mayor consumo de anfibios condiciona importantemente su dieta.
En
la etología de la especie adquiere un rango muy peculiar el marcaje del
territorio, el que se realiza de dos formas principales (Castells y Mayo,
1993):
-
-
Orinando y defecando en lugares constantes.
-
- Por secreciones de las glándulas perianales, sobre objetos
verticales, para favorecer la expansión del olor por el viento.
Recientes
estudios en el Parque de Collserola (Barcelona) el que cuenta con unas 8.000
has. de superficie, efectuados entre los años 1999-2002 por los biólogos
David Camps, del Departamento de Medio Ambiente de
la Generalitat
de Cataluña, y Francesc Llimona, de
la Estación Biológica
de Can Balasc, situada en el propio parque de Collserola,
con radio seguimiento sobre una población de 16 ginetas adultas (10
machos y 6 hembras) que han proporcionado casi 2000 radio-localizaciones, han
aportado datos inéditos y muy rigurosos sobre la etología de la especie, que
han sido publicados en la revista Quercus nº 223 de septiembre-2004. Así se
ha constatado que el área media de campeo de los machos era de 98 has.
mientras que en las hembras se reduce a tan solo 25 has., aun cuando el tamaño
de estas áreas de campeo fue variable en las diferentes estaciones del año
para los dos sexos. Los valores mínimos de campeo corresponden al verano y
aumentan progresivamente durante el otoño e invierno hasta alcanzar su máximo
en primavera. Esta variación se ha relacionado con las disponibilidades
alimenticias. Aun cuando los ejemplares se mantenían fieles a lo largo del año
a los territorios de sus áreas núcleo, que suelen representar un 20 % del área
de campeo. Este mismo estudio ha puesto de manifiesto que las áreas de campeo
de los machos y hembras se solapan con más frecuencia que con respecto a los
individuos de un mismo sexo. Siendo exclusivas de los respectivos machos las
áreas núcleo, lo que también se constató con relación a las áreas de
descanso. De modo que se ha considerado que son las relaciones intersexuales
las que más condicionan la territorialidad de la especie.
Por
lo que se refiere al diario de la actividad (D. Camps y F. Llimona, 2004) las
ginetas fueron casi exclusivamente nocturnas
durante todo el año, con un período de máxima actividad en la
primera mitad de la noche. En conjunto estos estudios constatan como las
ginetas se mantienen activas en el 56 % de la noche, lo que representa un 26 %
de media del total del día.
En
cuanto al tipo de madrigueras (D. Camps y F. Llimona, 2004) normalmente de
5 a
8 por individuo, los estudios de radio-seguimiento localizaron un total de 75
madrigueras, que correspondían a las 16 ginetas seguidas. De estas
madrigueras el 48 % estaban en el suelo, entre entramados vegetales muy densos
y un 36 % correspondían a árboles,
habiendo sido elegidos los de mayor altura de la zona, emplazándose las
madrigueras en la copa, cerca de la cruz, oculta entre el ramaje y el follaje.
Algunas de estas madrigueras localizadas en los árboles se han servido de
nidos de aves, particularmente de las grandes rapaces. Los autores del estudio
no localizaron ninguna madriguera en oquedades de árboles, lo que señalan
los autores del estudio pudo ser debido a la ausencia de árboles de estas
características en el territorio objeto de estudio. En cualquier caso es
condicionante de la selección de las madrigueras que se trate de lugares
tranquilos y seguros.
Gineta.
© David Díez Frontón.
DATOS DE
LA ESPECIE
-
Longevidad: Entre 6 y 8 años
en libertad. Excepcionalmente puede alcanzar los 15 años en cautividad.
-
Celo: Tiene lugar de enero a septiembre, con un máximo en
febrero-marzo, siendo el período de menor actividad los meses estivales. El
celo se prolonga durante 2 ó 3 días hasta alcanzar la fecundación.
-
Gestación: La gestación dura de
55 a
65 días.
-
Época de parto: Son posibles
dos partos al año, uno al principio del año y otro en otoño.
-
Parto: De
1 a
4 crías, normalmente 2 ó 3, que pesan al nacer unos 70-
90 gramos
y que nacen con los ojos cerrados manteniéndolos hasta los 7 días.
-
Duración de la lactancia: Las crías son amamantadas durante 2 ó 3
semanas exclusivamente con leche, continuando con una dieta mixta constituida
por alimento sólido y leche hasta los 3 ó 4 meses. Entre los 6
y 9 meses alcanzan su independencia, aun cuando continúan cazando y conviviendo
con la madre hasta el siguiente parto en que o se independizan o ella los
expulsa de la madriguera, por temor de que ocasionen daños en
las nuevas crías.
-
Madurez sexual. Alcanzan la madurez sexual a los 2 años
-
Alimentación. La gineta preda sobre animales que van desde el conejo y
liebre a los invertebrados, aun cuando fundamentalmente lo hace sobre
roedores, si bien las aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e
insectos, también constituyen un porcentaje significativo de su dieta. Los
frutos otoñales de igual modo forman parte de su alimentación, siendo fácil
apreciar en sus excrementos huesos de frutos consumidos por el animal (cereza,
ciruela o majoleto, entre otros). Las disponibilidades estacionales van a
condicionar importantemente su versátil dieta.
-
Hábitats. La gineta es una especie esencialmente forestal, que se
extiende por toda
la Península Ibérica
, aunque está ausente de las zonas urbanas, estepa y parajes desérticos. En
la España
seca sus hábitats están asociados a sotos fluviales.
-
Huellas. Marca junto a la huella plantar, que aparece muy bien definida,
cinco dedos sin uña. Si bien en muchas ocasiones no aparecen las marcas del
quinto dedo, por lo que es probable confundirla con la del gato montés, aun
cuando en la gineta están más juntas las huellas digitales y es más
alargada que la del gato montés
-
Excrementos: Los
excrementos de gineta son muy peculiares en la especie y un excelente rastro
para su identificación. Tienen una longitud de
7 a
9 cms. y un grueso de
1 a
1,5 centímetros
, contando con numerosas rugosidades y retorcimientos.
Suele formar letrinas o cagarruteros dentro de su territorio, que
alcanzan un considerable tamaño.
-
Otros rastros. Al subir a los
árboles, particularmente en los caducifolios de corteza blanda, deja marcadas
las uñas en el tronco. Estas marcas se diferencian de las del gato montés en
que aparecen menos marcadas en la gineta que en el gato montés y las de la
gineta suelen ser más largas que las del gato montés (ver imágenes
comparativas)
-
Dimorfismo sexual: No
apreciable por métodos normales a simple vista, sin contacto manual con el
animal.
-
Enemigos naturales. En España sus principales enemigos son el águila
real, el búho real y los grandes carnívoros como el lobo y el lince en los
pocos lugares en que abunda este último.
-
Principales problemáticas:
La destrucción de hábitats y la disminución de la población de
conejos por las epizootias ha afectado importantemente a la especie, que no
obstante no se encuentra en peligro. La consideración por la población rural
a la gineta como una alimaña, también ha supuesto una persecución de la
especie, al igual que ha sido codiciada para disecarla, por su belleza, como
se ha utilizado su piel en peletería. El atropello accidental también es
otra causa indeseada de muertes en la especie.
Las
pupilas verticales de la gineta dejan claros sus hábitos de visión
nocturna.
©
Juan Jesús González Ahumada.
Imagen cedida por su autor fuera de concurso
© 2004
PROYECTO SIERRA DE BAZA Todos
los derechos reservados
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© Proyecto Sierra de Baza
Silueta de
la gineta.
Longitud
de la cabeza más cuerpo: hasta 60 cms. Longitud de la cola: hasta 65 cms.
©
Proyecto Sierra de Baza
Craneo
de la gineta.
HUELLAS
© Proyecto Sierra de Baza
Huellas
anterior y posterior sobre tierra húmeda. Casas de Don Diego. Marzo -2004
© Jesús
M. Contreras
Detalle
de la planta de la pata posterior izquierda de una gineta, en la que se
aprecia la forma de la huella plantar y la presencia de cinco dedos, sin
uñas. En muchas ocasiones no suele aparecer la marca del quinto dedo,
por lo que se puede prestar a confusión con otras especies la correcta
identificación de su huella.
OTROS RASTROS:
© Proyecto Sierra de Baza
Letrina
o cagarrutero de gineta, en la que se acumulan sus excrementos.
La Ribera. Enero-2004
© Proyecto Sierra de Baza
Excrementos
de gineta en el que se aprecia el aspecto de unos recientes y otros con más
días de evolución.
La Ribera. Enero-2004.
© Proyecto Sierra de Baza
Marcas
de uñas de gineta en un tronco al trepar. Aparecen menos marcadas que las
del gato montes.
La Ribera. Enero-2004.
© Proyecto Sierra de Baza
Marcas
de gato montés en un tronco al trepar. Son más cortas y aparecen más
marcadas que las de la gineta. Arroyo Uclías. Abril-2004.
LA GINETA EN LA SIERRA DE BAZA
La
gineta que ya fue citada en esta sierra en el S. XVIII por el Abab Navarro,
que destacaba su abundancia junto a otras llamadas por él alimañas, es un
carnívoro bien representado en la zona basal de
la Sierra
de Baza, de modo que podemos encontrarla en la zona baja, en las proximidades
de huertas y terrenos de cultivo, sin temer aparentemente la proximidad del
hombre, siempre que tengan una cobertura que le permita tener refugio.
Asciende por los sotos y riberas, hasta los 1.600-
1.700 metros
, a partir de cuya altitud prácticamente desaparece. La población aproximada
de ginetas en
la Sierra
de Baza se estima en un individuo cada 2 Km2. Algunos taladores de
árboles nos han contado como con motivo de efectuar trabajos de tala en árboles
de un significativo grosos y que han apreciado después que estaban huecos,
particularmente chopos o álamos (Fernando Hernández Burgos, comunicación
personal al autor en 2003) han salido de estos troncos ginetas huyendo, lo que
confirma que los viejos árboles del Parque son utilizados como madrigueras de
esta especie a diferencia de lo constatado en el Parque de Collserola
(Barcelona) en que no se detectó este tipo de madriguera.
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Fuente: http://www.sierradebaza.org/Fichas_fauna/04_10_gineta/gineta.htm